¿Cómo se quita el primer piercing tragus?

¿Cómo se quita el primer piercing tragus?

El piercing en el trago: ¿Cuándo y cómo cambiarlo de manera segura?

El piercing en el trago es una joya muy apreciada por su estilo discreto y original. Sin embargo, cuando se lleva un piercing por primera vez, puede resultar intimidante quitarlo por primera vez. Ya sea por un cambio de estilo o por necesidad, es fundamental proceder con precaución para evitar irritaciones o infecciones.

En este artículo, te explicaré cómo saber si tu piercing está listo para ser cambiado, cómo retirarlo sin dolor y qué precauciones tomar para insertar una nueva joya de manera segura. ¡Sigue estos pasos para un cambio exitoso y sin estrés!

¿Por qué cambiar tu piercing en el trago?

Existen varias razones por las cuales podrías querer cambiar tu piercing en el trago:

Deseo de un nuevo estilo

Después de varios meses con la joya inicial, es posible que quieras probar un diseño diferente: un aro, una piedra más discreta o una joya más original.

Incomodidad o molestia

Algunas joyas pueden ser demasiado largas, demasiado ajustadas o causar molestias, especialmente al usar auriculares o al dormir. Cambiar a un modelo más adecuado puede mejorar tu comodidad diaria.

Reacción alérgica o irritación

Si experimentas picazón, enrojecimiento o irritación persistente, tu joya actual puede no ser compatible con tu piel. Optar por un material hipoalergénico, como el titanio o el oro, puede solucionar el problema.

Cicatrización completa

Una vez que el periodo de cicatrización ha finalizado (generalmente entre 6 y 12 meses), finalmente puedes reemplazar la joya temporal por un modelo definitivo.

Necesidad médica o profesional

En algunas situaciones (cirugía, empleo con restricciones en piercings), es posible que debas quitarte la joya temporalmente. Es mejor hacerlo correctamente para evitar complicaciones.

¿Por qué cambiar tu piercing en el trago?

Existen varias razones por las cuales podrías querer cambiar tu piercing en el trago:

Deseo de un nuevo estilo

Después de varios meses con la joya inicial, es posible que quieras probar un diseño diferente: un aro, una piedra más discreta o una joya más original.

Incomodidad o molestia

Algunas joyas pueden ser demasiado largas, demasiado ajustadas o causar molestias, especialmente al usar auriculares o al dormir. Cambiar a un modelo más adecuado puede mejorar tu comodidad diaria.

Reacción alérgica o irritación

Si experimentas picazón, enrojecimiento o irritación persistente, tu joya actual puede no ser compatible con tu piel. Optar por un material hipoalergénico, como el titanio o el oro, puede solucionar el problema.

Cicatrización completa

Una vez que el periodo de cicatrización ha finalizado (generalmente entre 6 y 12 meses), finalmente puedes reemplazar la joya temporal por un modelo definitivo.

Necesidad médica o profesional

En algunas situaciones (cirugía, empleo con restricciones en piercings), es posible que debas quitarte la joya temporalmente. Es mejor hacerlo correctamente para evitar complicaciones.

Independientemente de la razón, es esencial asegurarte de que tu piercing está completamente cicatrizado antes de retirarlo. En la siguiente sección, veremos cómo verificar si tu trago está listo para ser cambiado.

Mujer perforándose el tragus

Importancia de esperar la cicatrización completa

Cambiar tu piercing en el trago demasiado pronto puede causar varias complicaciones, desde irritación hasta infecciones más graves. La cicatrización en esta zona cartilaginosa es más lenta que en el lóbulo de la oreja, tardando en promedio entre 6 y 12 meses, o incluso más en algunas personas.

Si el piercing no está completamente curado, retirar la joya puede:

  • Provocar irritación o infección al exponer la herida a bacterias.
  • Hacer que el cambio sea doloroso, ya que el canal aún es frágil.
  • Hacer que el agujero se inflame o se cierre, especialmente si la nueva joya es difícil de insertar.

Para evitar estos inconvenientes, es esencial asegurarse de que el piercing esté completamente cicatrizado antes de cambiarlo. En la siguiente sección, veremos cómo reconocer los signos de una curación completa.

Cómo verificar la cicatrización

Antes de quitar tu primer piercing en el trago, es crucial asegurarte de que la cicatrización está completa. Un cambio demasiado temprano puede causar dolor, irritación o incluso una infección. Aquí te mostramos los signos de que tu piercing está listo para ser cambiado:

1. Ausencia de dolor o sensibilidad

Si tu trago aún duele al tocarlo o al mover ligeramente la joya, no ha terminado de sanar. Un piercing completamente cicatrizado no debe causar dolor.

2. No hay enrojecimiento, inflamación o hinchazón

Un piercing bien curado no presenta rojeces persistentes ni hinchazón. Si la zona sigue irritada, lo mejor es esperar antes de cambiarlo.

3. No hay secreciones inusuales

  • Un leve flujo transparente o blanco puede ser normal durante la cicatrización.
  • La presencia de pus amarillo o verdoso, una costra gruesa o un olor desagradable es señal de infección.

4. La joya se mueve con facilidad

  • Un piercing cicatrizado permite que la joya se mueva sin resistencia ni dolor.
  • Si todavía es difícil retirar o girar la joya, lo mejor es esperar algunas semanas más.

5. Se ha respetado el tiempo de cicatrización

  • En promedio, el trago tarda de 6 a 12 meses en sanar completamente.
  • Aunque todo parezca estar bien, es mejor seguir la recomendación de tu perforador antes de cambiarlo.

Si cumples con todos estos criterios, puedes proceder a retirar tu piercing de manera segura. En la siguiente sección, veremos cómo prepararte correctamente para evitar problemas durante el cambio.

mujer con piercing tragus en herradura

Riesgos de cambiar el piercing demasiado pronto

Cambiar tu piercing en el trago antes de que haya cicatrizado completamente puede causar varios problemas, algunos difíciles de corregir. Aquí están los principales riesgos a considerar:

1. Irritación y dolor

Si la herida aún no está completamente curada, retirar la joya puede provocar:

  • Inflamación y enrojecimiento persistente
  • Dolor intenso
    Dado que el trago está compuesto de cartílago, es más sensible a los traumatismos.

2. Infección

Un piercing que sigue en proceso de cicatrización es más vulnerable a las bacterias. Cambiar la joya demasiado pronto y sin las condiciones higiénicas adecuadas puede causar:

  • Hinchazón dolorosa
  • Secreciones purulentas
  • Infección que requiere atención médica

3. Dificultad para insertar la nueva joya

El canal interno del piercing aún puede estar frágil e irritado, lo que hace que insertar un nuevo pendiente sea complicado. Esto puede provocar microdesgarros y prolongar el tiempo de cicatrización.

4. Riesgo de cierre parcial o total

Si la cicatrización no está completa, el agujero puede cerrarse rápidamente después de retirar la joya. En algunos casos, puede volverse imposible volver a colocar un piercing sin tener que perforar nuevamente.

5. Aparición de una queloide o bulto

Un cambio prematuro puede estimular una reacción inflamatoria excesiva, lo que puede provocar:

  • Una queloide (cicatriz gruesa y elevada difícil de eliminar).
  • Un bulto doloroso y persistente que puede tardar semanas o meses en desaparecer.

Para evitar estos problemas, es fundamental esperar el tiempo de cicatrización adecuado antes de cambiar tu piercing en el trago.

mujer con piercing en el tragus queloide

Preparación para la extracción

Antes de retirar tu piercing en el trago, es esencial prepararte adecuadamente para evitar irritaciones o infecciones. Una buena higiene y el uso del material adecuado facilitarán el proceso y harán que el cambio sea más seguro y cómodo.

1. Higiene: lavado de manos y desinfección

  • Lávate bien las manos con jabón antibacteriano durante al menos 30 segundos.
  • Desinfecta tus dedos o usa guantes desechables para evitar el contacto con bacterias.
  • Limpia la zona del piercing con suero fisiológico o un desinfectante suave para eliminar impurezas.

2. Material necesario

Antes de empezar, prepara todo lo que necesitarás para evitar interrupciones durante el proceso:

Algodón o gasas estériles – Para limpiar la piel y absorber posibles secreciones.
Suero fisiológico o un antiséptico suave – Para desinfectar el piercing antes y después de la extracción.
Guantes desechables (opcional) – Para mantener un nivel máximo de higiene y evitar la contaminación.
Pinza para joyería (si es necesario) – Para ayudarte a desenroscar la pieza si está demasiado apretada.
Una joya nueva y limpia – Ya desinfectada y lista para ser insertada después de retirar la anterior.

Una vez que tengas todo listo, podrás retirar tu piercing de forma segura siguiendo el método adecuado. Vamos a verlo en la siguiente sección.

Cómo retirar el piercing

Ahora que todo está preparado, es momento de retirar tu piercing en el trago. Esta etapa puede ser un poco delicada, sobre todo si es la primera vez. Sigue estos consejos para evitar dolor y complicaciones.

1. Identificar el tipo de joya

Antes de retirar tu piercing, es importante saber qué tipo de joya llevas:

  • Labret (stud con disco en la parte trasera) → Se desenrosca por la parte delantera o se empuja hacia atrás.
  • Aro (con cierre de bola o segmentado) → Requiere abrir ligeramente el aro para liberar la bola.
  • Barbell (barra recta con dos bolas en los extremos) → Una de las bolas se desenrosca para liberar la barra.

Si tienes dudas, observa bien tu joya y verifica cómo está asegurada.

2. Técnicas para desenroscar sin dolor

  • Desinfecta nuevamente la zona con suero fisiológico antes de comenzar.
  • Sujeta con cuidado tu joya con manos limpias o con guantes para un mejor agarre.
  • Si llevas un labret o barbell, sostén la barra con dos dedos y gira suavemente la bola en sentido contrario a las agujas del reloj para desenroscarla.
  • Para un aro, sujeta la bola con dos dedos y gira con un movimiento ligero para liberarla. No apliques demasiada fuerza para evitar lesiones.
  • Si la joya no se mueve, aplica un poco de suero fisiológico y haz movimientos de rotación suaves para aflojarla antes de intentarlo de nuevo.

3. ¿Qué hacer si la joya está atascada?

Si no puedes retirar el piercing:
No fuerces demasiado, podrías irritar o lastimar la zona.
✔ Usa un hisopo con agua tibia o suero fisiológico para ablandar costras o secreciones que puedan estar bloqueando la joya.
✔ Usa guantes de látex o nitrilo para un mejor agarre, ya que a veces los dedos resbalan en el metal.
✔ Si no puedes moverlo, consulta a un perforador profesional, quien podrá retirarlo con herramientas adecuadas.

Una vez que hayas retirado tu piercing, es fundamental limpiar bien la zona antes de insertar la nueva joya. En la siguiente sección, veremos cómo hacerlo correctamente.

Cómo cambiar la joya

Después de retirar tu piercing, es crucial limpiar la zona y manipular con cuidado la nueva joya para evitar dolor o complicaciones.

1. Limpiar el agujero y la nueva joya

  • Desinfecta la zona del piercing con suero fisiológico o un antiséptico suave para prevenir infecciones.
  • Usa un hisopo o gasa estéril para eliminar impurezas o costras residuales.
  • Limpia la nueva joya sumergiéndola en suero fisiológico o un desinfectante especial para piercings. Asegúrate de que esté seca antes de insertarla.

2. Insertar el nuevo piercing sin forzar

  • Sé paciente y delicado/a: si la joya no entra fácilmente, no la fuerces, ya que podrías irritar la zona.
  • Lubrica ligeramente la barra con suero fisiológico o una gota de aceite de jojoba para facilitar la inserción.
  • Sujeta la joya con manos limpias o guantes y colócala lentamente en el agujero, en el ángulo correcto.
  • Si el agujero parece un poco cerrado, intenta girar la joya suavemente mientras la introduces, pero sin causar dolor excesivo.
  • Enrosca la bola o cierra el aro firmemente, pero sin apretar demasiado para evitar presión innecesaria en la piel.

Si sientes dolor inusual o la joya no entra correctamente, espera un poco y vuelve a intentarlo después de hidratar la zona con suero fisiológico. Si sigues teniendo dificultades, consulta a un perforador profesional.

Último paso: cuidados posteriores

Una vez que la nueva joya está en su lugar, es importante mantener una buena higiene para prevenir infecciones. En la siguiente sección, veremos los mejores cuidados después del cambio de piercing.

 cambio de piercing tragus

Cuidados después del cambio

Ahora que tu nueva joya está en su lugar, es esencial adoptar los cuidados adecuados para evitar infecciones o irritaciones. Sigue estos consejos para asegurar una transición segura y una cicatrización óptima.

1. Desinfección y prevención de infecciones

Limpia la zona 1 a 2 veces al día con una solución salina (suero fisiológico o spray especial para piercings).
Evita tocar tu piercing con las manos sucias para reducir el riesgo de contaminación.
No gires ni juegues con la joya, especialmente en los primeros días, para evitar irritaciones en el canal.
No apliques alcohol, agua oxigenada ni productos agresivos, ya que pueden resecar la piel y ralentizar la cicatrización.
Evita el maquillaje, las cremas y los productos capilares cerca del trago para no obstruir el agujero.
Presta atención a los primeros días: si la zona se pone roja, hinchada o dolorida, aplica suero fisiológico y observa su evolución.

2. ¿Cuándo consultar a un perforador?

Si notas alguno de los siguientes signos, es recomendable acudir a un profesional:

Dolor persistente o empeoramiento después de varios días.
Enrojecimiento intenso, hinchazón o sensación de calor alrededor del piercing.
Secreción de pus amarillento o verdoso con mal olor (signo de infección).
Aparición de un bulto o queloide alrededor de la joya.
Dificultad para insertar o cerrar correctamente la joya.

Un perforador profesional podrá asesorarte y, si es necesario, ajustar o cambiar tu joya para evitar complicaciones. En caso de una infección grave, es recomendable consultar a un médico.

Siguiendo estas precauciones, tu piercing en el trago se mantendrá sano y podrás disfrutar de tu nueva joya sin preocupaciones.

Conclusión

Cambiar tu primer piercing en el trago puede parecer intimidante, pero siguiendo los pasos adecuados, el proceso será seguro y sin riesgos. Para resumir:

Espera a que la cicatrización esté completa antes de retirar tu joya (entre 6 y 12 meses de media).
Asegúrate de que tu piercing está listo para el cambio, sin dolor, enrojecimiento ni secreciones anormales.
Prepárate bien para la extracción manteniendo una higiene rigurosa y usando el material adecuado.
Retira tu joya con precaución, sin forzar, según el tipo de cierre que tenga.
Limpia bien la zona y la nueva joya antes de insertarla.
Adopta buenos cuidados después del cambio, desinfectando regularmente y evitando irritaciones.

Tómate el tiempo de escuchar tu cuerpo y observar las reacciones de tu piel. Si sientes molestias o notas algún signo inusual, consulta a un perforador profesional. Con paciencia y buenos hábitos, tu piercing en el trago se mantendrá en perfectas condiciones y podrás disfrutar al máximo de tu nueva joya. 💎

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