Colección: Piercing Lóbulo

El piercing lóbulo es sin duda la opción de piercing más solicitada por mujeres y hombres. Explore nuestra colección de joyas de alta calidad para este piercing intemporal y esencial. Nuestras joyas están fabricadas con materiales de calidad para que disfrutes al máximo y te duren mucho tiempo.

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Si estás buscando un nuevo pendiente para tu lóbulo, no te preocupes, hay muchas opciones para elegir. No importa si estás interesado en un pendiente, una cadena o incluso un stud para tu oreja, hay algo para todos. En este artículo, exploraremos las diferentes opciones y te ayudaremos a tomar la decisión correcta para que luzcas fabuloso en cualquier ocasión.

Piercing lóbulo: un piercing versátil y elegante

El lóbulo es uno de los piercings más estéticos de la oreja, y es una excelente opción para quienes buscan un look clásico y elegante. Es indoloro, asequible y adecuado para todas las ocasiones. Además, suele ser el primer piercing que ofrecemos a nuestros clientes, ya que se pueden llevar todos los tamaños de pendientes. A continuación, analizaremos las diferentes opciones de joyería para el lóbulo.

Studs o labrets, sutileza atemporal

Los studs o labrets son una opción de joyería para el lóbulo de tamaño pequeño (no es habitual que superen los 6-8 milímetros de longitud), lo que los convierte en una elección sutil y atemporal. Aportan un toque agradable y ligero al oído, sin dejar de ser sofisticados y versátiles.

A veces llamado labret, el stud suele estar compuesto por una barra recta de acero (oro, titanio o acero inoxidable) y un borde de fantasía, que permite a la portadora dar rienda suelta a su imaginación y personalizar su look.

El tallo de este piercing se cierra con una pequeña bola que se enrosca en la parte superior, asegurando un ajuste cómodo y seguro.

Puedes elegir entre dos tipos de pendientes: los que están hechos con óxidos de circonio, o los que están dorados con oro de 18 quilates sin cristales. La primera opción es perfecta para quienes prefieren las joyas elegantes y brillantes que acentúan su aspecto femenino.

Los diamantes, la pedrería y los cristales semipreciosos ofrecen la ventaja de deslumbrar sus diseños y también de resaltar otras perforaciones. Estos materiales aportan un toque adicional de lujo y glamour a tu look.

Piercing cadena oreja, una joya de moda

Las cadenas son un accesorio de moda que es a la vez tradicional y contemporáneo. Los piercings de cadena son un elemento imprescindible en cualquier colección de joyas para el lóbulo. Están de moda y añaden cierta gracia y estilo a las orejas. Suelen colocarse entre las orejas, así como en el cartílago cerca del hélix perforado.

Las cadenas pueden venir en diferentes estilos, materiales y longitudes, lo que te permite personalizar aún más tu look y adaptarlo a tus preferencias personales.

Aros, un clásico versátil

Los aros son otra opción popular para los piercings en el lóbulo de la oreja. Pueden ser de tamaños muy diferentes, dependiendo del tamaño del agujero que tengas y de tus preferencias personales.

Si tienes un piercing en el lóbulo superior, considera un aro fino, de 6 a 8 mm de diámetro. También se conoce como criollo. Este tipo de joya complementará tus conjuntos con elegancia y estilo sin sobrecargarlos.

El aro de lóbulos puede suavizar tus diseños y añadir un toque de feminidad y sofisticación a tu look. Suele combinarse con pequeñas tachuelas para crear un efecto contrastante y atractivo. No tengas miedo de experimentar con los tamaños y cambiar los grosores para encontrar el estilo perfecto para ti.

Elige el material perfecto para tu piercing lóbulo

Cuando decides hacerte un piercing en el lóbulo, es fundamental que tomes en cuenta el material de la joyería que utilizarás. 

En primer lugar, es importante que conozcas los metales seguros para los piercings. Estos incluyen el acero quirúrgico, el titanio, el plata de ley y el oro de 14k o superior. Todos estos materiales son biocompatibles y, en general, seguros para su uso en piercings.

El acero quirúrgico es uno de los materiales más comunes y económicos. Es resistente a la corrosión y a la oxidación, lo que lo hace buena opción para tu piercing. Sin embargo, si eres propenso a las alergias, es posible que prefieras optar por el titanio o el plata.

El titanio es un material hipoalergénico y muy ligero, lo cual lo convierte en una excelente opción para aquellos que tienen alergias o piel sensible. Además, puedes encontrar joyería de titanio anodizado, que ofrece una variedad de colores vibrantes sin utilizar tintes o recubrimientos químicos.

El plata de ley es otro metal hipoalergénico. Es más pesado que el titanio pero tiene la ventaja de ser fácilmente anodizable, lo que permite obtener una amplia gama de colores.

El oro de 14k o superior es una opción clásica y elegante para tu piercing del lóbulo. Sin embargo, debes asegurarte de que sea oro sólido y no una aleación que contenga níquel, ya que este último puede causar irritación o alergias. Además, evita el oro de menor quilate, ya que es más propenso a causar reacciones adversas.

Es importante que evites ciertos materiales como el plástico, la resina, el acrílico y los metales que contienen níquel. Estos materiales pueden ser perjudiciales para tu piercing y aumentar el riesgo de infecciones o reacciones alérgicas.

Cicatrización y cuidados de tu piercing lóbulo

El período de cicatrización de un piercing en el lóbulo de la oreja puede variar entre 6 y 8 semanas, aunque en algunos casos puede tomar hasta 12 semanas. Durante este tiempo, es crucial que mantengas el área limpia y sigas las recomendaciones de tu profesional en piercings.

Para mantener la higiene de tu piercing, debes lavarlo al menos dos veces al día con un limpiador específico para piercings o una solución salina. Evita utilizar alcohol, peróxido de hidrógeno o productos antibacterianos que puedan ser demasiado agresivos y retrasar el proceso de cicatrización.

Al lavar tu piercing, humedece un algodón o una gasa con la solución de limpieza y limpia suavemente alrededor de la joyería, eliminando cualquier residuo o secreción. No gires ni manipules la joyería innecesariamente, ya que esto podría irritar la perforación y retrasar la cicatrización.

Durante el proceso de cicatrización, es importante que evites tocar tu piercing con las manos sucias, ya que esto podría introducir bacterias en la perforación y aumentar el riesgo de infección. Siempre lávate las manos antes de tocar tu piercing o cambiar la joyería.

Además, es aconsejable que evites dormir del lado del piercing durante las primeras semanas, ya que la presión constante podría causar irritación o retrasar la cicatrización. Puedes utilizar una almohada de viaje o enrollar una toalla para crear un espacio donde pueda descansar tu oreja sin presión.

También debes tener en cuenta que durante el proceso de cicatrización, tu piercing puede presentar enrojecimiento, hinchazón, secreción y formación de costras. Estos síntomas son normales y no necesariamente indican una infección. Sin embargo, si experimentas un dolor intenso, fiebre, pus o un enrojecimiento que se extiende, debes consultar a un profesional de la salud.

Cómo cambiar tu primer piercing del lóbulo

Cuando tu piercing del lóbulo de la oreja ha cicatrizado completamente, es momento de cambiar la joyería por primera vez. A continuación, te ofrecemos algunos consejos para hacerlo de manera segura y adecuada.

Antes de cambiar tu piercing, asegúrate de que la perforación esté completamente curada y no presente signos de irritación, enrojecimiento o infección. Lava tus manos con jabón antibacteriano y prepara una superficie limpia donde puedas colocar la nueva joyería.

Retira con cuidado la joyería original, girándola suavemente hasta que se desprenda por completo. A continuación, toma la nueva joyería y asegúrate de que esté limpia y desinfectada. Puedes utilizar una solución salina o un limpiador específico para piercings para eliminar cualquier bacteria o residuo.

Introduce suavemente la nueva joyería en la perforación, evitando forzarla o causar dolor. Si encuentras resistencia al insertarla, no la fuerces; en su lugar, intenta lubricar la joyería con una solución salina o pide ayuda a un profesional en piercings.

Una vez que hayas cambiado exitosamente tu piercing, continúa cuidando de la perforación, limpiándola regularmente y evitando situaciones que puedan causar irritación o infecciones. Siguiendo estos consejos, podrás lucir tu nueva joyería con confianza y estilo.